No quiero saber

3 de Mayo del 2013

Cuántas veces nos hemos hecho los dormidos para que no nos despierten y no siempre ha sido en la cama, hacemos lo mismo en otras situaciones de vida donde tampoco queremos ser despertados, inteligenciados ni enterarnos. Y claro, no tenemos obligación de saberlo todo, ni de participar en todo y no toda información es valiosa para nosotros. Recuerdo que en el colegio me pusieron profesora particular de Contabilidad y cuando empecé a entender la materia me rebelaba ante el hecho de que en mi cerebro hubiera algo que no quería.

Es que no hay suficiente explicación que sirva para el que no quiere saber. Cuántas veces nos vemos tratando de “iluminar” a alguien y esa persona se cierra o simplemente prefiere no enterarse o pensar diferente. Para los que se frustran ante alguien así, no es cierto que le entró por un oído y le salió por el otro, seguramente por ahí se le resbaló una semilla en medio del camino y ¡quién sabe!, a lo mejor le germina en medio de las orejas y se le implanta en el cerebro de esa persona lo que tú quieres que entienda. …Hmm…

Tanto para quienes insisten en dar consejos no pedidos como para quienes han decidido en su máxima iluminación ser y dejar ser, hay un proverbio que dice: “No puedes despertar a quien quiere hacerse el dormido”.

Pero pongámonos en los zapatos de este supuesto necio. ¿Por qué prefiere no saber? Por tres razones: porque no le importa, porque le va a doler o porque no quiere responsabilizarse. Hay temas que genuinamente no nos interesan o los evadimos para no contaminarnos, hay otros que preferimos no tocar para no enfrentar y resolver, aunque sabemos que en algún momento tendremos que hacer el deber.

Nos podemos hacer los locos en muchas cosas, pero nadie está tan loco para no saber que esto no será para siempre. El libre adbedrío no tiene que ver solo con la libertad, sino también con la responsabilidad. Podemos hacernos de la vista gorda con cuanto pasa a nuestro alrededor y andar de puntillas por cualquier campo minado, pero no podemos hacer lo mismo con la bomba de tiempo interna, si la ignoramos nos explotará por dentro.

Mejor entérate de una vez y sal de eso.

Cuántas veces nos hemos hecho los dormidos para que no nos despierten y no siempre ha sido en la cama.

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