Se puede evitar: La barriga de los 40

6 de Septiembre del 2013
BBC Mundo

Hace que hombres y mujeres se desesperen. Una cintura abultada y una barriga protuberante son con frecuencia las primeras señales de que la madurez ha llegado.

De alguna forma, es casi garantizado que esa rueda flácida se forme en la cintura cuando llegan los 40.

Un trabajo estresante con muy poco tiempo para hacer ejercicio y muchas cenas y almuerzos en la calle llevan a una ingesta de alto contenido calórico.

Desafortunadamente, este tipo de vida hace que aumente la grasa abdominal en el cuerpo, y es ese tipo de grasa particularmente peligroso.

Tener sobrepeso, especialmente en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

 

Pasatiempos energéticos

Michael Symonds, profesor de desarrollo fisiológico en la Universidad de Nottingham en Inglaterra, considera que la respuesta está en adoptar un estilo de vida saludable y conseguir un hobby que requiera de mucha energía.

El experto recomienda evitar comida procesada con alto contenido graso y de azúcares, reducir el estrés del trabajo y comer vegetales.

Además, “investigaciones sugieren que los patrones de sueño interrumpido pueden tener un impacto. La propensión a la obesidad es más predominante en trabajadores por turnos”, agrega Symonds.

Mientras, Katya Mileva, jefa de investigación en la Universidad South Bank de Londres, asegura que el baile es una forma maravillosa de mantenerse sano,

“El baile latino es una muy dinámica actividad aeróbica que puede compensar casi cualquier cosa”.
 

Medición de la cintura

Normalmente es una cuestión de sentido común el cómo hacerle frente a una cintura en expansión, pero el asunto está en saber cuándo necesitamos actuar.

El siguiente paso es medir la circunferencia de la cintura, lo cual es una buena forma de revisar cuán sano eres.

De acuerdo con el Foro Nacional de la Obesidad, una cintura de más de 88,9 cm de circunferencia para la mujer y 102 cm para el hombre representa un “sustancial aumento de riesgo” de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

Incluso una circunferencia de 81,3 cm en mujeres y 94 cm en hombres indica un aumento de riesgo.

Expertos señalan que esto se debe a que una acumulación de grasa alrededor del estómago contribuye al estrechamiento y endurecimiento de las arterias, algo que no pasa con la grasa en las caderas.

Alternativamente, investigadores sugieren que lo ideal sería que todo el mundo mantuviera la medida de la cintura en menos de la mitad de su altura, lo que significa que un hombre de 1,80 metros de alto debe tener menos de 90 cm de cintura, mientras que una mujer de 1,70 m debe estar por debajo de los 85 cm.

Pero como ya sabemos, con el envejecimiento es mucho más fácil ganar peso que perderlo, debido a los cambios en la composición de nuestro cuerpo.

Symonds dice que todo es parte de un proceso natural.
 

Grasa buena y mala

La grasa marrón, o la buena –que está presente en todos cuando somos bebés– va disminuyendo constantemente. Cuando alcanzamos una edad madura, esta se remplaza por grasa blanca, la mala, la cual se aferra a la cintura y cadera.

Al mismo tiempo que se va ganando tejido adiposo, con la edad vamos perdiendo músculo. Esto origina que nuestras necesidades de energía disminuyan debido a que el tejido adiposo requiere menos energía (o calorías) para mantener sus funciones, comparado con el músculo.

La doctora Emma Williams, científica de nutrición de la British Nutrition Foundation, explica que aquí es donde empieza el problema.

“Mucha gente se vuelve menos activa con la edad. Si estás quemando menos calorías y no has cambiado la dieta, vas a ganar peso. Los cambios hormonales también influyen”.

 

Hace que hombres y mujeres se desesperen